No sólo el sol emite rayos ultravioletas e infrarrojos, también las lámparas los emiten y lo hacen con la misma efectividad de radiación que los rayos solares. Se han desarrollado técnicas especiales para conseguir que las lámparas emitan relativamente más UV o IR, teniendo un amplio uso en la industria. Las lámparas de RUV, también se utilizan en medicina para diversos fines diagnósticos y terapéuticos que, bien dirigidas, ofrecen muy buenos resultados.
El uso de estos dispositivos ha sido de gran importancia para la radioterapia, técnica de tratamiento que emplea este tipo de radiaciones para el tratamiento de enfermedades, tales como el vitíligo y la psoriasis. También se han desarrollado recientemente estudios que confirman su utilidad para el tratamiento de trastornos del estado de ánimo como la depresión.